Por Mauricio Carrasco M.
Una gran experiencia vivieron dos ex estudiantes de pre y postgrado de la UCSC que formaron parte del programa “Winds of Change”, iniciativa que forma futuros líderes sobre los impactos del cambio climático en el mundo, y que se desarrolló tanto de manera virtual como presencial. Un proyecto liderado por la Universidad de Otago de Nueva Zelanda, que busca establecer una red colaborativa entre Chile y el país oceánico.
Fernanda Navarro, alumna egresada de Ingeniería Civil Geológica en la UCSC y quien actualmente se encuentra cursando estudios de postgrado en tierras neozelandesas, pudo formar parte del grupo de participantes presenciales.
“Esta experiencia ha cambiado mucho mi percepción y perspectiva, ya que me ha ayudado mucho a crecer profesionalmente, compatibilizando mis conocimientos con experiencias enriquecedoras en ámbitos como la investigación internacional. El hecho de compartir con grandes investigadores en el área, sin duda, sirve para aprender mucho, además de ser una experiencia donde la lengua dominante es el inglés”, dijo Fernanda.
Por otra parte, Paula Ruiz, Magíster en Ecología Marina en la UCSC y actual asistente de investigación en el Centro de Investigación en Biodiversidad y Ambientes Sustentables (CIBAS) de la Universidad, tuvo la oportunidad de participar del programa gracias a la modalidad virtual, pese a los miles de kilómetros que nos separan del país insular.
“La colaboración entre países que tienen una geomorfología similar permite resolver de manera conjunta problemas asociados al cambio climático con patrones similares. Tener la oportunidad de conocer el estado del cambio climático en Nueva Zelanda y cómo los diferentes actores han resuelto problemas me permitirá asociar situaciones similares en Chile y conocer las posibles soluciones mostradas en este taller”, señala Paula.
El programa se extendió desde octubre de 2020 hasta febrero de 2021 y dio un gran paso en la creación de una red binacional de colaboración para la investigación de los impactos del cambio climático en los ecosistemas y cómo se pueden crear estrategias de desarrollo sustentable para el futuro.
Un gran aporte a las experiencias y los conocimientos profesionales de las ex alumnas, quienes quedaron muy conformes con el proyecto. “La cercanía entre las personas, el apoyo de las universidades, centros de investigación y empresas sin duda fueron características que me impresionaron gratamente. Creo que Nueva Zelanda es un país muy amigable con los extranjeros”, cuenta Fernanda.